La ausencia de Alaba crea una Austria m谩s volcada al ataque

Los jugadores de Austria celebran la victoria en el partido del grupo D de la Eurocopa 2024 entre Holanda y Austria, en Berl铆n, Alemania. EFE/EPA/ROBERT GHEMENT

Berl铆n, 28 jun (EFE).-El pasado 17 de diciembre, al seleccionador de Austria Ralf Rangnick y al resto de t茅cnicos de la 'Burschen' les recorri贸 un intenso escalofr铆o: su estrella y capit谩n, el defensa David Alaba, ca铆a lesionado tras quebrarse el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, en el choque liguero que disputaba el Real Madrid ante el Villarreal.

Berl铆n, 28 jun (EFE).-El pasado 17 de diciembre, al seleccionador de Austria Ralf Rangnick y al resto de t茅cnicos de la 'Burschen' les recorri贸 un intenso escalofr铆o: su estrella y capit谩n, el defensa David Alaba, ca铆a lesionado tras quebrarse el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, en el choque liguero que disputaba el Real Madrid ante el Villarreal.

Ni el m谩s optimista de los pron贸sticos daba opci贸n alguna a que el zaguero pudiera disputar con su selecci贸n la Eurocopa de Alemania y Austria quedaba partida en su retaguardia, al carecer de un sustituto de las mismas garant铆as que el central madridista.

Ante tan adversa tesitura, el sabio Rangnick ha optado por la decisi贸n m谩s kamikaze: si se resiente la defensa, se potencia a煤n m谩s ataque. Y, a la vista de lo ocurrido en la primera fase de la Eurocopa, el tiempo le ha dado la raz贸n.

Un once en el que solo figura un punta, pero escoltado por hasta cinco centrocampistas, cuatro de ellos con vocaci贸n ofensiva, y una defensa con tendencia a incorporarse al ataque para las segundas ocasiones.

No es casualidad que el primer tanto de Austria en el torneo, anotado ante Polonia en la segunda jornada, viniera de un zaguero tras un saque de banda largu铆simo colgado al coraz贸n del 谩rea, cuya segunda jugada acab贸 en bal贸n centrado a la cabeza Trauner, para que este rematara a placer.

Sin embargo, es en la medular donde reside toda la munici贸n letal de esta Austria. Los Grillitsch, Baumgartner, Laimer o Sabitzer, bien custodiados por el m谩s defensivo Seiwald, crean continuamente superioridades en el medio campo ante unos rivales desbordados cuando tratan de arrebatarles el bal贸n, que dejan m煤ltiples espacios que acaban siendo un caramelo a la perspicacia de este arsenal. Polonia y Pa铆ses Bajos pueden dar buena cuenta de ello.

El que m谩s se aprovecha de esa lucidez es el veterano Arnautovic, tan oportunista como instintivo. Tras su irregular temporada en el Inter de Mil谩n, eclipsado por la inclinaci贸n del equipo de Inzaghi a concentrar los ataques en Lautaro Mart铆nez, el punta encuentra en Austria su ecosistema perfecto, desempe帽ando, precisamente, la funci贸n que opera el argentino con los 'Nerazurri'.

Si bien sus registros goleadores no son los de un consumado ariete -solo lleva un tanto y de penalti en la Eurocopa-, su presencia ordena las incursiones al ataque de los dem谩s centrocampistas, en especial las de Cristoph Baumgartner y Marcel Sabitzer.

El primero, con su privilegiada visi贸n de juego, canaliza ese torrente de juego para moldearlo a las necesidades que requiere cada ofensiva, primando siempre el v茅rtigo y la sorpresa; mientras que el segundo, todo intuici贸n, anticipa las determinaciones del media punta del Leipzig antes de que las ejecute. As铆 naci贸 el gol de la victoria ante Pa铆ses Bajos.

La estrategia tiene tambi茅n sus riesgos: al ser un combinado con tanta vocaci贸n a volcarse tanto al ataque, tiende a descuidar la retaguardia: ha encajado cuatro goles en tres partidos -la famosa teor铆a de la manta-, lo cual podr铆a pasarle factura en cruces frente a conjuntos con grandes delanteras.

Pero de lo que no cabe duda es que, al menos hasta ahora, la f贸rmula desarrollada para reemplazar la traum谩tica baja de Alaba, presente en el banquillo en los partidos de los suyos para animar como un hincha m谩s, se ha demostrado como un acierto, y Austria aspira a servirse de ella para seguir progresando en el torneo. Rangnick lo tiene claro: la mejor defensa es un buen ataque.

Juan Manuel S谩nchez